La lucha de los municipales de Avellaneda

Por corresponsal FAS

La lucha de los trabajadores municipales de Avellaneda es de esas historias que la prensa burguesa oculta sistemáticamente independientemente de los gobiernos que pasen, todos los días podemos observar como los popes de los medios masivos de desinformación con su doble moral atacan a cuanta lucha obrera se les cruza por el camino, ya sea por lo métodos (que siempre son violentos para estos personajes ) o porque afectan a otros trabajadores , lo cierto es que siempre están del lado de la clase opresora, por este motivo desde la redacción de DOBLE PODER queremos difundir con entrevistas a las y los trabajadores en sus luchas.

Así llegamos a los municipales de Avellaneda y entrevistamos a Juan uno de los trabajadores que está en lucha desde hace mas de 10 años contra el municipio y exigiendo mejores condiciones de trabajo.

¿Cómo  y cuando surge el conflicto de los municipales de Avellaneda ?

El hecho que irrumpe y desnuda la relación entre los formales reclamos y la impunidad que asegura para sus funcionarios esta institucionalidad, es la muerte de nuestro compañero Luis Pons. La noche previa al trágico 27 de agosto de 2007, como lo hacía habitualmente, Luís fue a tomar su guardia en el vivero municipal, con un clima de frío y lluvia, se preparo para pasar una más, de las largas noches sin condiciones adecuadas para su tarea.

Una de las tantas carencias del lugar era la falta de calefacción, por lo que nuestro compañero encendió un brasero de carbón, (una práctica naturalizada ante la falta de respuesta de los directivos) ubicó sus ropas, presumiblemente mojadas en una silla junto al brasero y se abrigó con una manta. A la mañana siguiente los compañeros lo encontraron muerto.

La policía científica determinó que la muerte se produjo por inhalación de monóxido de carbono, una muerte evitable según la OMS y la OIT. Sin embargo, hasta el día de hoy seguimos sin culpables ni responsables para la justicia. Es importante agregar que dos compañeros del corralón municipal, hicimos una denuncia ante la justicia penal por homicidio, al entonces Intendente Baldomero Álvarez, a pesar de ello, esto no impidió que el, ni Jorge Ferraresi responsable directo por ser Secretario de Obras Públicas durante esa gestión, continuaran impunemente con sus carreras políticas.

Hemos superado 10 años con este conflicto, trabados con una medida gremial, cuyo acta dice “Hasta tanto se resuelvan las graves deficiencias de seguridad e higiene en los lugares de trabajo” de la municipalidad de Avellaneda. Así estamos un pequeño grupo de compañeros, parece que hasta el momento no les interesa, ni al gobierno ni al Ministerio de Trabajo destinar recursos económicos para resolver estos graves problemas, que además de Luís, le costaron la vida a Adrián González en 2011; a Carlos González en 2012 y a Oscar Ayala en el año 2015. Tampoco les interesa que volvamos a nuestras tareas, ya que desde entonces permanecemos concurriendo a nuestro lugar de trabajo en retención de tareas.

¿Quién fue Luis Pons?

Luis Pons era un trabajador municipal en Avellaneda como tantos otros, con hijos y nietos, que aspiraba a que los trabajadores podamos alcanzar la vida que nos merecemos, igual que todos nosotros, sin embargo en su trabajo donde concurría a ganarse la vida, encontró la muerte. En aquel momento, no imaginábamos que ese hecho cambiaría nuestras vidas para siempre, pero porque Luís era así, alguien que laburaba, que luchaba, hablaba de política, de futbol y también tocaba la guitarra en algún asado, un tipo común, un laburante como nosotros, sentimos que nos representaba y cuando comprendimos que teníamos que organizarnos, decidimos que su nombre fuera nuestra bandera.

¿Qué sindicatos intervienen en este conflicto ? si es que intervienen...

En Avellaneda, desde hace un par de años nos han dividido en cuatro sindicatos, el STMA que es al que estamos afiliados y que tiene más de 60 años de antigüedad, el SUMA financiado por el actual Intendente J. Ferraresi y cuyo referente es Daniel Aversa ex Secretario Adjunto del STMA.

Otro es UPCN a quien el Intendente le cedió oficinas en todas las dependencias municipales para su funcionamiento y al cual obligaba a afiliarse a los trabajadores que pasaban a planta, su referente es Carlos Quintana, aquel que sorprendieron en Uruguay con unos cuantos miles de dólares en una valija y que se justificó diciendo que ganó la lotería, pero que no recordaba el número. Hace algunos meses, al igual que los anteriores accedió a tener código de descuento para municipales de esta ciudad ATE, su Secretaria General es Susana Ferreyra, en el hall central de su local instaló una gigantografía con un sonriente Ferraresi.

Salvo el STMA, el resto desestima la problemática de seguridad e higiene y por lo tanto no intervienen en nuestro conflicto. Ahora, aunque el STMA haya realizado los formales reclamos, denuncias y lanzado la medida de retener tareas hasta tanto se solucionen dichos problemas, tenemos diferencias en cuanto que se quedan ahí y no toman medidas de acción directa para exigir soluciones.

¿Cuál es el rol que cumplen los cooperativistas de los movimientos sociales?

En líneas generales los compañeros cooperativistas cumplen más de un rol, en principio mano de obra barata y precarizada, porque realizan tareas de obra pública, durante largas jornadas a cambio de un plan social y el alimento a la esperanza, de que si se “portan bien” un día serán parte del personal municipal de planta.

Otro rol o función, es la de ser la excusa por la cual no se pueden tomar medidas de fuerza, porque ellos trabajarían igualmente si nosotros paramos. Otra es que forman una enorme masa de trabajadores cuya condición de precariedad impide el reconocimiento de los sindicatos y el “temor” a organizarse con la base municipal y por último el control social, ya hace unos años habíamos superado los 20.000 planes sociales en Avellaneda.

¿Están vinculados con otros trabajadores en lucha del municipio de Avellaneda?

En todos estos años, llevamos nuestra solidaridad a cuanta lucha consideramos de interés para nuestra clase, a los trabajadores del sector público y privado, a los estudiantes de la escuela de cine de Avellaneda, a militantes ambientalistas y vecinos en defensa de la costa rivereña y sus humedales, en este ultimo tiempo, hemos iniciado un espacio de coordinación con trabajadores principalmente de la educación agrupados en diferentes listas que integran La Multicolor.

Con trabajadores de la salud, formamos parte de la Asamblea del Hospital Fiorito. Nuestro marco de solidaridad y coordinación ha crecido, llevamos nuestra solidaridad a trabajadores de STOCKL y Cresta Roja con quienes compartimos la necesidad de unificar las luchas. Desde el año 2016 formamos parte del espacio Basta de Asesinatos laborales conjuntamente con familiares de las víctimas y trabajadores del INTA, de la Línea 60 de colectivos, del Neumático, Aceiteros, de la construcción, trabajadores documentalistas del grupo Silbando Bembas, trabajadores de la SRT y otros gremios, con el propósito de visibilizar la problemática de la seguridad laboral, de capacitar y capacitarnos en esta materia.

Pasan los años y el conflicto sigue. ¿Cómo asumieron esta problemática los distintos gobiernos?

En realidad, desde nuestra perspectiva, aunque hubo cambio de gobiernos, lo que existe en Avellaneda, es la continuidad de la gestión PJ trasvasada a su expresión kirchnerista. Cuando muere nuestro compañero Luís, el cargo de Intendente lo ocupaba Baldomero Álvarez y Ferraresi la Secretaría de Obras Públicas.

Mucho tiempo antes de finalizar su mandato Álvarez pasa a ocupar el cargo de Ministro de Desarrollo y familia en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, es entonces cuando Ferraresi (un muchacho totalmente desconocido más allá del ámbito municipal) ocupa el cargo de Intendente interino y comienza una contundente campaña de propaganda para hacer conocer su nombre, con actos demagógicos en materia de obras públicas y de DD HH ya que tampoco dudó en reprimir trabajadores cuando le hizo falta, ni en “armar” una causa penal contra obreros del corralón municipal (nos acusan de haber quemado gomas y muebles pertenecientes al parque automotor del municipio).

Miles de paredes de la ciudad se pintaron de color verde flúor, color raro nos pareció, pero imposible de no ver y que destacaban con letras enormes que la gestión llevaba su nombre. Actualmente J. Ferraresi (clientelismo mediante) se encuentra llevando adelante el segundo mandato de Intendente electo.

¿Qué rol juega el ministerio de trabajo en este conflicto?

En los últimos meses del año 2017 con los siempre renovados reclamos nuestros, el Ministerio de Trabajo de La Provincia de Buenos Aires, realizó después de 10 años, nuevas inspecciones en las dependencias municipales de Avellaneda, encontrando que las condiciones están peor que en el 2007. Por lo tanto el riesgo de vida que corremos los trabajadores continuará latente, si no se suspenden las tareas hasta revertir las actuales condiciones.

A pesar de que este punto quedó claro en la última audiencia de noviembre de 2017 el mencionado Ministerio lo único que hizo fue darle un plazo al gobierno municipal, para que realice una cantidad de obras para dar a los trabajadores lo que nos corresponde, sanitarios, vestuarios y comedor acordes a la cantidad de personal, equipos de protección personal, capacitación y agua potable.

Decimos lo único, porque esta intimación a cumplir con las normas, da cuenta de la veracidad de nuestros reclamos y de que durante 10 años estuvieron “ahorrando recursos” poniendo en riesgo a sabiendas la integridad de los trabajadores y que las muertes de nuestros compañeros pudieron haberse evitado, una actitud lisa y llanamente criminal.

Pensamos que estas decadentes instituciones, protegen brindando impunidad a sus funcionarios y no dan las respuestas que el pueblo trabajador necesita, para alcanzar verdadera justicia es necesario emprender un camino con independencia de clase, con unidad en un programa que rompa con las imposiciones imperialistas. Para transitar ese camino propiciamos hoy, ante la tremenda reforma laboral que nos quieren imponer una Asamblea Nacional de Trabajadores, que lleve adelante el plan de lucha que la burocracia sindical nos niega.

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